Readers: The Selfish Giant by Oscar Wilde (Part 4)

THE SELFISH GIANT

by Oscar Wilde (Part 4)

But the children said that they didn’t know where he lived, and they had never seen him before. The Giant felt sad. Every afternoon, when school was over, the children came and played with the Giant. But the little boy the Giant loved was never seen again. The Giant was very kind to all the children, but he longed for his first little friend, and often spoke of him. “How I would like to see him! “he used to say.

Years went by, and the Giant grew old and feeble. He couldn’t play with the children at their games, and admired his garden. “ I have a lot of beautiful flowers,” he said,” but the children are the most beautiful flowers of all.”

One Winter morning he looked out of his window as he was getting dressed. He didn’t hate Winter now, because he knew that it was merely the Spring asleep, and that the flowers were resting.Suddenly he rubbed his eyes in wonder and looked and looked . It certainly as a marvellous sight. In the farthest corner of the garden there was a tree completely covered with lovely white blossoms .Its branches were golden, and silver fruit hung down from them, and at the bottom of it was standing the little boy he had loved.

The Giant ran downstairs in great joy, and out into the garden. He hurried across the grass and came near the child. And when he was quite close his face grew red with anger, and he said ,” Who has dared to wound you ? “ Because on the palms of the little boy’s hands the Giant saw prints of two nails, and the prints of two nails were also on his feet.

“Who has dared to wound you?” cried the Giant. ”Tell me, so I can take my big sword and kill him! “

“No,” answered the child.” These are wounds of Love .“

“Who are you?” asked the Giant, and a strange awe fell on him, and he knelt in front of the little child.

And the child smiled at the Giant and said to him,” You let me play once in your garden. Today you will come with me to my garden, which is Paradise.”And when the children ran into the garden that afternoon, they found the Giant lying dead under the tree, all covered with white blossoms.

Translation.

Pero los niños dijeron que no sabían dónde vivía y que no le habían visto nunca antes. El Gigante se sintió muy triste.

Todas las tardes , cuando había terminado el colegio, los niños iban y jugaban con el Gigante. Pero al niño pequeñito, que el gigante amaba, no se le volvió a ver nunca. El Gigante era muy bondadoso con todos los niño, pero echaba de menos a su primer amiguito, y a menudo hablaba de él. “¡Cuánto me gustaría verle! “ solía decir.

Pasaron los años. El Gigante envejeció y fue debilitándose. Ya no podía jugar más con los niños, así que estaba sentado en un gran sillón,miraba jugar a los niños y admiraba su jardín. “Tengo muchas flores bonitas “ , decía; “pero los niños son entre todas las flores las más bonitas”.

Una mañana de invierno miró por la ventana mientras se vestía. Ya no odiaba el invierno, porque sabía que no era nada más que la primavera dormida y que las flores estaban descansando.

De repente se frotó los ojos asombrado y miró atentamente. Era realmente una vista maravillosa. En el rincón más lejano del jardín había un árbol completamente cubierto de bonitas florecillas blancas. Sus ramas eran doradasy colgaban de ellas frutos de plata, y bajo el árbol estaba el muchacho a quién había amado.

El Gigante bajó corriendo con gran alegría y entró en el jardín. Corrió por la hierba y se acercó al niño. Y cuando estuvo muy cerca, su cara enrojeció de cólera y dijo: “ ¿Quién se ha atrevido a herirte ?” , exclamó el Gigante. “Dímelo, así yo puedo coger mi gran espada y matarle !”

“No” , respondió el niño . “Estas son heridas del amor”.

“¿Quién eres tú ? “ , preguntó al Gigante y un extraño temor le invadió y se arrodilló delante del pequeño. El niño sonrió al Gigante y le dijo: “ me dejaste una vez jugar en tu jardín.Hoy me acompañarás a mi jardín, que es el Paraíso.”.

Y cuando los niños entraron corriendo en el jardín aquella tarde, encontraron al Gigante tendido muerto bajo el árbol, cubierto de florecillas blancas.